lunes, 14 de mayo de 2007

Será que esta es la realidad...


Por: Francoise Choribit

Sentada en el balcón de la casa que alguna vez fue testigo de su historia y con una vista impresionante de la ciudad que continua su acelerada rutina, ella contempla una foto y se pregunta algo melancólica si será que ésta es su realidad, será esto lo que le depara el destino o será que sólo es el comienzo de algo hermoso que está por venir. Él está tan cerca y al mismo tiempo tan lejano de ella, no puede tenerlo y esa es su realidad.

Aún espera que un milagro ocurra, se le hace tan difícil renunciar a aquel sentimiento que crece cada día más y no sabe que hacer ante eso; ayer lo quería, hoy siente que lo ama; ayer lo tenía entre sus brazos, hoy sólo quedan recuerdos. Será que no habrá nada más o será que nunca hubo nada y sólo estaba vacilando en un mar de ilusiones que la hicieron creer que aquel chico era el príncipe de la historia más linda que podría haber imaginado.

Sin duda, un ángel, un regalo desde el fin del mundo, llegó a su vida en un momento difícil para entregarle amor y esperanza y hoy se la quita como si nunca le hubiese pertenecido. Ella se pregunta cuál es el propósito de todo esto, los motivos y circunstancias que la llevaron a él, aún no los comprende del todo, cuál es el fin de todo.

Hoy él ya no está a su lado, la inmensidad de una cordillera acompañada de miles de kilómetros los separa y sólo le quedan los recuerdos. Aún suele caminar por aquellas avenidas que los vieron compartir tantos lindos momentos, escucha esa canción que fue testigo de sus largas tardes de charlas y de vez en cuando, sobretodo cuando hace frío, prepara té con dulces, tal como aquellos que acostumbraba a comer mientras él tomaba mate compulsivamente y le decía que nadie se compara a Spinetta, su cantante preferido desde la infancia.

Entre promesas y momentos que no olvidará, sean como sean las cosas de ahora en adelante, él siempre será importante, dejó huellas y marcó su vida, en ella vivirá por siempre su esencia, su olor, algo que según sus poemas, impregna el aire y le advierte cuando está cerca, ese olor no se irá del todo de allí, ha quedado en ella. Ese chico al que fue conociendo por medio de una estrecha amistad que se fue trasformando en amor, la había rescatado del vacío, de la soledad e hizo ver que sí existe una nueva oportunidad, que no todo está perdido cuando lo creemos así. Fue su vía de escape cuando no lo estaba pasando bien, fue su segunda oportunidad, aunque en teoría no se la daría.

Ahora lo llevará en su corazón, vivirá en sus sueños, ahora, ha llegado el momento de dejarlo ir, sólo fue un préstamo para salir de la soledad y esta vez le corresponde a ella seguir creando la historia. Sabe que él debe seguir su camino y no lo detendrá, lo quiere ver feliz, pues si él lo es, ella también lo será. Quizás el día de mañana las cosas tomen un giro distinto, si es así, ella lo estará esperando, porque a pesar de todo esta historia no ha concluido, sólo se cierra un capítulo y sólo de él depende que motivo la lleve a su fin, por ahora sólo le queda soñar, recordarlo y saberlo en algún lugar, pensando en ella, pensando en él, pensando en que todo puede cambiar, ya nada más le queda por decir, tan sólo que aquel chico es su ángel, su segundo amor, ella no lo odia, no lo quiere, hoy puede decir que lo ama.

Dedicado a un gran amor que llegó demasiado tarde y se fue demasiado pronto

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se enreda en algunos momentos. Ojo con los puntos, las comas. Todos ellos deben ayudar a que la lectura sea clara.